REIS LLIBERÓS
Naufragi d’una carta
Pictograma, mayo 2013, Castellón
¿Qué son las nubes? ¿Qué evocan? ¿Qué significado tienen? Estas son algunas de las preguntas que podemos formular al adentrarnos en el mundo de Reis Lliberós, un mundo marcado por el lenguaje femenino de la artista, que vendría a reflejarse en los materiales que emplea y cómo los usa o en la forma de elaborar sus obras. Este lenguaje le es innato e inherente y, por extensión, impregna de poeticidad su trabajo. Pero, ¿qué entendemos por poeticidad? Si tomamos como referencia el componente ‘estético-sentimental’ que posee la literatura, tal y como comenta el teórico Antonio García Berrido, el arte sería igualmente capaz de emocionar al que observa una obra gracias al sentimiento que destila, a su apariencia.
A lo largo de la exposición que Lliberós presenta en Pictograma, el espectador se sumerge en el mundo cultural de la artista, principalmente, a través de la fotografía, recuperando de nuestra memoria algo tan cotidiano como son las nubes. ‘Naufragi d’una carta’, que así se titula la muestra, se centra en la forma que tiene la artista de expresarse mediante la palabra, escritura y, por extensión, el libro; que, en algunas ocasiones, le permite jugar con el papel, las palabras, en definitiva, con las ideas y los sueños, gracias a la sutileza de su tratamiento y el doble sentido que confiere a sus obras.
equilibrios y licencias
Para elaborar sus trabajos, Lliberós hace uso de todo lo que le rodea, lo cotidiano; es decir, elementos fácilmente reconocibles e identificables por todos, como la palabra o el papel, reconvirtiéndolos en un elemento más en sus composiciones, subrayándolos, omitiéndolos, recortándolos, vaciándolos. Este efecto transmite la idea griega de belleza, en la que todo sigue un orden y cumple una función. Belleza íntimamente ligada al equilibrio y a la armonía con la naturaleza, que confieren esas nubes y que puede conducir a sentimientos de atracción y bienestar emocional, pues constituye una experiencia subjetiva en sí misma.
El libro ‘Azul de las nubes’ que acompaña y completa la exposición, muestra un texto de la artista, una licencia literaria. Concretamente, se trata de una carta dirigida a Viggo Mortensen escrita por Anna Khitrova –personaje ficticio del que se sirve–. Tal y como explica ella misma: “la idea, en un principio, era seguir el curso de la carta a través del cielo-océano, predestinada a un naufragio o pérdida entre nubes ampliando el sentido de respuesta y pérdida de palabras a otras cartas”.
Lliberós espera que sus palabras sobrevivan al viento y al agua y que puedan conocer el milagro de unos instantes únicos y espontáneos, como podemos apreciar en uno de sus poemas: “Espero que la intensidad de un abrazo traspapelado no provoque el naufragio de una carta, ni su pérdida entre las nubes”.
Uno de los elementos a destacar, sin duda, es el papel –concretamente, procedente de hojas de libreta-libros en blanco– que simboliza el deseo de comunicar a través de las palabras y brinda la oportunidad dibujar y garabatear en el espacio en blanco. Como comenta la artista: “puede que mis fotografías sufran de vocación literaria, aunque, en muchas ocasiones, como muestran las imágenes de los fragmentos rotos de papel, sean los restos de deseos naufragados”.
En definitiva, Lliberós presenta un espacio en el que el espectador construye su propio viaje a través de la evocación fotográfica y literaria que nos trae a la memoria las nubes, el recuerdo de sueños, experiencias, expectativas, juegos, creatividad, imaginación… Una conjunción poética.
Irene Gras Cruz 