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Estrella del poniente almeriense: Charles Bignon

a3+2CHARLES BIGNON

PLASTIC REMIX

Museo de la Ciudad, Almería (25/06/2013 al 06/07/2013)

Instituto Cervantes, Tánger (01/10/2013 al 25/10/2013)

Pintura, graffiti, fotografía, intervención, escultura, ilustración, poesía y música se dan cita en este proyecto que surge de la concienciación a través de diversos talleres realizados en los municipios de La Mojonera, El Ejido, Roquetas de Mar, Vicar y el Campo de Dalías, bajo el lema de la producción agraria intensiva a la producción artística intensiva. Plastic Remixes es un proyecto multidisciplinar que toma como punto de partida la propia experiencia del artista y arquitecto francés Charles Bignon; un trabajo que se engloba dentro del contexto cultural, tanto urbano como agrario, de la provincia de Almería.

Bignon muestra aquí su faceta más visual como artista, dejando ver su preocupación por el entorno y los acontecimientos que le afectan, como un ciudadano más. En este caso, focaliza su campo de acción y moviliza a la vez que reflexiona la situación actual que se vive en el denominado ‘Mar de Plástico’ de Almería. Se refleja y se revela ante el espectador todo lo que esta acaeciendo en los invernaderos del Poniente almeriense y para ello se sirve del conocido street art  que traslada a espacios institucionales y expositivos.

La ciudad es su taller, su inspiración y su lugar de trabajo, lo que conlleva a la diversidad y la multidisciplinariedad en su estilo y técnica, que él mismo califica de “stencil agrario”; resultado de lo que comúnmente conocemos por graffiti de stencil, que consiste en pintar una imagen a través de una plantilla previamente diseñada proporcionando así rapidez e inmediatez en su ejecución, de modo que puede imprimirse una figura y aplicarse una y otra vez como una producción en serie. En el arte callejero, el stencil se utiliza frecuentemente para transmitir mensajes a través de la imagen, por ello esta técnica es la indicada para el propósito que Bignon persigue al tratarse de hacer una campaña subversiva, como en el caso de la “crisis del pepino”. Este proyecto  defiende y representa los intereses de la agricultura del Poniente almeriense.

El artista ha plasmado con spray, a través de plantillas hechas a mano previamente, las siluetas de los trabajadores del campo almeriense sobre las paredes desechando y acumulando cientos de pepinos “supuestamente” infectados con la bacteria E. Coli. Esfuerzo, tiempo, reputación y frustración se plasman en un falso vertedero sobre  superficies urbanas y en las diversas intervenciones plásticas llevadas a cabo en el medio agrario. En este sentido, el francés aúna disciplinas como  la música o la poesía que fluyen en el hip hop,  presentes en el diseño y planteamiento de su trayectoria.

La ironía y la sátira, siempre vigentes en la carrera del artista, se ponen al servicio de todas las personas que trabajan en los invernaderos, que conforman ese ‘Mar de Plástico’, que han ido creciendo con el paso del tiempo hasta convertirse en la primera región en suministrar verduras y frutas a toda Europa, conocida por ‘Huerta Europea’. Un mar que destella desde el cielo, cuyas ondas permiten navegar los versos de Yajaira Grao Moral que acompañan al espectador durante todo el recorrido; un mar que, como dijera el astronauta español Pedro Duque, es la única construcción humana que se ve desde el espacio, añadiendo que su brillo produce unos efectos alucinantes, llamando la atención de todos los astronautas.

El litoral de Almería se cubre bajo 20.000 hectáreas de invernaderos donde trabajan conjuntamente españoles, magrebíes y africanos, como se observa en las instantáneas que conforman la palabra polaroid de la instalación. No debemos olvidar que todos hemos hecho posible y consentido que Almería sea la únicaa que brille desde el cielo como una gran estrella de plata. Esta nueva edición de Plastic Remix supone la continuación de un proyecto que comenzó hace dos años y que consistió en la realización de una serie de talleres en torno al hip-hop, la fotografía y el reciclaje, cuya temática central fue la agricultura y en los que participaron alrededor de 60 jóvenes de La Mojonera. Su denominación, según el artista, tiene por origen la doble significación de la palabra Plastic, de las artes plásticas, así como de las finísimas láminas de PVC de los invernaderos, que conforman la esencia del territorio Poniente Almeriense, mientras que la palabra Remixes contiene nociones de transformación, apropiación y a la vez de una expresión de modernidad, además de implicar un cambio profundo.

Bignon comenzó esta iniciativa como una quimera en la que fusionar dos mundos enfrentados, el urbano y el rural, bajo el mismo halo contemporáneo proporcionado gracias a la estética del street art y los formatos y técnicas multidisciplinares, fotografías, collages o pinturas acompañados por textos y la música electrónica de Mynationshit, iniciativa musical del joven almeriense Carlos Martín. En esta colaboración conjunta e internacional, los participantes pretender incitar y promover la producción artística local y hacer reflexionar sobre el territorio del Poniente Almeriense y sus jornaleros, así como concienciar de la situación que vive y padece. Aproximadamente, alrededor de 16.000 agricultores con 26.000 pequeñas explotaciones agrícolas están empleando la última tecnología de agricultura intensiva para poder obtener el máximo rendimiento del agua y el suelo. Por desgracia, la agricultura tradicional ya no tiene cabida en estas tierras, sin embargo, ha generado enormes beneficios en la región al mismo tiempo que ocasiona un futuro incierto, desde el punto de vista de la sostenibilidad.

Bignon  procura resaltar cómo este peculiar control del clima convirtió a una de las regiones más áridas y pobres de España en una de las más ricas de Europa, sin duda un verdadero milagro económico, pero con un coste medioambiental impagable y cómo unas afirmaciones no contrastadas arruinaron el trabajo de muchas personas y desperdiciaron toneladas de pepinos. También hace hincapié en concienciar a la sociedad de cómo el mar de plástico se ha bebido los acuíferos y devorado las playas para alimentar el suelo de sus invernaderos, cómo ha ocupado ramblas y cauces, cómo ha subido por los montes a más de 400 metros de altura y ha enterrado toneladas de plásticos y residuos orgánicos, que siguen supurando pesticidas y abonos bajo la tierra. Una vez más, la paradoja y la contrariedad fluyen en su obra sin dejar indiferente a nadie. El francés logra y supera con creces su propósito: despertar la moralidad aletargada, denunciar el consumismo capitalista, desvelar la hipocresía imperante a nivel socioeconómico en Europa y, por último, situar y contextualizar la provincia de Almería y a todos sus trabajadores comunitarios y no comunitarios, que rescataron y rentabilizaron una tierra árida y la convirtieron en la proveedora número uno de Europa. Charles Bignon conjuga su magia en un proyecto internacional y multidisciplinar donde nos involucra y nos invita a navegar juntos por aguas contemporáneas.

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