El pasado año, en ArteSantander, Coll Blanc presentó el trabajo de Dori & Grey. Ahora, la galería situada en Culla vuelve a exponer la obra de este colectivo a través de la exposición Robar el tiempo, donde se pueden observar tres piezas de vídeo en las que se constituye el tiempo a través de los conceptos de apropiación y de distorsión.
“Apropiación de imágenes y sonidos que, unidos a la variable temporal, se transforman en mucho más que la suma de cada uno de ellos, de sus fragmentos, para convertirse en una nueva sustancia física. Esta nueva sustancia es sobre la que se produce el trabajo, mediante la descontextualización y la transformación”, tal y como comentan sus comisarios [artarc] al respecto.
Dori & Grey hacen referencia al devenir, ese continuo cambio, pues nada permanece porque todo es un flujo constante, una corriente dinámica y continúa. Este binomio de artistas hace referencia al Ser y al hecho de vivir en un proceso perpetuo que no siempre nos pertenece.
En la presente vídeo instalación se observa tanto el movimiento como el cambio. Hablamos de una captación atemporal en movimiento, un pasaje, un camino por el que todos, inconscientemente, deambulamos.
Dori & Grey reflejan una imagen compacta, fuerte, sin fisuras e imperecedera que muestra el transcurrir de una realidad de la que no somos conscientes en su plenitud. Mediante su manipulación y deformación llegamos a visualizar la existencia del no Ser porque el Ser es movimiento o es nada. Nadie es como se percibe, nosotros mismos somos diferentes cada segundo que pasa. ¿Somos capaces de adaptarnos fuera de nuestro rango de acción? ¿Qué pasaría si nos descontextualizaran?
DESCONTEXTUALIZAR
Los artistas, una vez más, se apropian de lo que muchos considerarían una “imagen real” y la descontextualizan, se adueñan de ella –influenciados por el planteamiento deWalter Benjamin en La obra de arte en la época de su reproductibilidad técnica (1936)– y la manipulan hasta proyectar una totalmente distorsionada, más próxima quizás a la propia realidad. Dori & Grey requisan la acción; se podría decir que incluso la misma existencia y la representan tal y como es. Ambos recrean la evolución, el flujo y el dinamismo al que estamos sometidos en nuestras acciones diarias (esperar en una parada de autobús, hablar por el móvil, etc.).
Cada una de las personas que graban son seres normales y corrientes que desconocen que son extraídas de su contexto original, de su cotidianeidad. No son actores, son apropiaciones directas de la realidad que nos rodea, que manipulan y transforman hasta obtener el resultado deseado. Retienen y adulteran la imagen hasta detener el tiempo. En este sentido, Dori & Grey plantean una serie de cuestiones: ¿Qué pasaría si la persona que grabamos se viera representada fuera de su entorno habitual? ¿Cuál de las dos imágenes es la real? ¿Somos realmente como creemos ser? ¿Nos percatamos del flujo continuo de la vida? Todos esos planteamientos y más son los que plantean los artistas que se sirven de las nuevas tecnologías para tratar un tema que hoy día, sumergidos en la era tecnológica, se agravia considerablemente a través de Internet, la apropiación y el tiempo.
Irene Gras Cruz 